miércoles, 24 de julio de 2013

La Tierra pudo tener dos lunas hace millones de años

Científicos estadounidenses han elaborado un estudio del que se desprende que la Tierra podría haber tenido dos lunas hace millones de años. Así, la actual Luna sería un "gemelo" de otro cuerpo más pequeño que solo 'vivió' unos pocos millones de años antes de chocar con ella y desaparecer.

Este trabajo, de Erik Asphaug, determina que el choque entre las dos lunas habría formado el cuerpo que se puede ver hoy en día. En este sentido, ha indicado que en el paisaje de la Luna, que parece tener montañas, se encuentran los restos del pequeño satélite tras el choque.

La teoría de las dos lunas, propuesta por el experto Erik Asphaug, cuestiona las anteriores explicaciones de la formación de la Luna. En cuanto a las características del satélite perdido, el científico ha explicado que "habría orbitado la Tierra a la misma velocidad y distancia" que la actual Luna.

Según las teorías científicas, la Tierra y su Luna se habrían formado hace unos 4.600 millones de años, entre 30 millones y 130 millones de años después del nacimiento del sistema solar. Científicos de Harvard han propuesto que la Luna fue una vez parte de la Tierra que se separó después de que esta chocara con otro cuerpo. El estudio fue publicado en la revista Science.
Ahora, este trabajo cuestiona esta teoría.

Cruithne, otra acompañante de La Tierra Al margen de esta teoría, en 1986 se descubrió un cuerpo celeste que acompaña a la Tierra en su periplo en torno al sol. Su nombre es Cruithne, y algunos se refieren a este cuerpo como 'una segunda luna', aunque no se trata propiamente de una satélite de la Tierra, porque su órbita se circunscribe al sol, y no a la Tierra, aunque este objeto acompañe a nuestro planeta a lo largo de todo el año. Su órbita no es estable y aunque su distancia a la Tierra varíe y en ocasiones sea muy pequeña, no está previsto que se estrelle con ella en los próximos millones de años.

www.20minutos.es



Científicos estadounidenses han elaborado un estudio del que se desprende que la Tierra podría haber tenido dos lunas hace millones de años. Así, la actual Luna sería un "gemelo" de otro cuerpo más pequeño que solo 'vivió' unos pocos millones de años antes de chocar con ella y desaparecer. Este trabajo, que será expuesto durante la reunión sobre el satélite que celebra la Royal Society, por su autor principal, Erik Asphaug, determina que el choque entre las dos lunas habría formado el cuerpo que se puede ver hoy en día. En este sentido, ha indicado que en el paisaje de la Luna, que parece tener montañas, se encuentran los restos del pequeño satélite tras el choque. La teoría de las dos lunas, propuesta por el experto Erik Asphaug, cuestiona las anteriores explicaciones de la formación de la Luna En cuanto a las características del satélite perdido, el científico ha explicado que "habría orbitado la Tierra a la misma velocidad y distancia" que la actual Luna. Según las teorías científicas, la Tierra y su Luna se habrían formado hace unos 4.600 millones de años, entre 30 millones y 130 millones de años después del nacimiento del sistema solar. Entre las creencias de cómo fue la formación de planeta y satélite, científicos de Harvard han propuesto que la Luna fue una vez parte de la Tierra que se separó después de que esta chocara con otro cuerpo. El estudio fue publicado en la revista Science. Ahora, este trabajo cuestiona esta teoría. Cruithne, otra acompañante de La Tierra Al margen de esta teoría, en 1986 se descubrió un cuerpo celeste que acompaña a la Tierra en su periplo en torno al sol. Su nombre es Cruithne, y algunos se refieren a este cuerpo como 'una segunda luna', aunque no se trata propiamente de una satélite de la Tierra, porque su órbita se circunscribe al sol, y no a la Tierra, aunque este objeto acompañe a nuestro planeta a lo largo de todo el año. Su órbita no es estable y aunque su distancia a la Tierra varíe y en ocasiones sea muy pequeña, no está previsto que se estrelle con ella en los próximos millones de años.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1866699/0/tierra/dos/lunas-millones-anos/#xtor=AD-15&xts=467263

sábado, 1 de septiembre de 2012

Kepler descubre un sistema planetario que orbita dos soles - www.nasa.org/es

Un equipo de científicos de la Misión Kepler ha descubierto el primer sistema multiplanetario circumbinario en tránsito: dos planetas que orbitan alrededor de dos estrellas. Este sistema se encuentra a 4.900 años luz de la Tierra, en la constelación del Cisne.

Este descubrimiento prueba que más de un planeta se puede formar y persistir en el reino estresante de una estrella binaria y demuestra la diversidad de sistemas planetarios en nuestra galaxia. Las dos estrellas del nuevo sistema, bautizado como Kepler-47 orbitan una alrededor de la otra cada 7 días y medio; una de ellas es similar en tamaño al Sol, mientras que la otra tiene un volumen tres veces menor y es 175 veces más débil.

En cuanto a los dos planetas, el que orbita más cerca de las dos estrellas posee 3 veces el diámetro de la Tierra, lo que lo convierte en el planeta más pequeño de los que se conocen orbitando en un sistema circumbinario. Este planeta orbita la pareja estelar cada 49 días. El segundo planeta es ligeramente mayor a Urano y tarda en orbitar los dos "soles" de Kepler-47 unos 303 días, por lo que se le considera en una "zona habitable", es decir, que tiene unas condiciones similares a la Tierra y por tanto podría tener agua en su superficie (el primer paso para la posible existencia de vida).

"A diferencia de nuestro Sol, muchas estrellas son parte de sistemas estelares múltiples donde dos o más estrellas se orbitan entre sí. La pregunta siempre ha sido -- ¿tienen planetas y sistemas planetarios? Este descubrimiento de Kepler prueba que los tienen”, dijo William Borucki, investigador principal de la misión Kepler en el Centro de Investigación Ames de la NASA en Moffett Field, California. “En nuestra búsqueda de planetas habitables, hemos encontrado más oportunidades para que la vida exista”.

Para buscar planetas en tránsito, el equipo de investigación usó datos del telescopio espacial Kepler, que mide disminuciones en el brillo de más de 150.000 estrellas. Además las observaciones espectroscópicas basadas en tierra utilizando los telescopios del Observatorio McDonald en la Universidad de Texas en Austin ayudaron a caracterizar las propiedades estelares. Los resultados son publicados en la revista Science. “La presencia de un sistema planetario circumbinario orbitando Kepler-47 es un descubrimiento asombroso”, dijo Greg Laughlin, profesor de Astrofísica y Ciencia Planetaria en la Universidad de California en Santa Cruz. “Es muy difícil que estos planetas se formen usando el paradigma actualmente aceptado, y creo que los teóricos, incluido yo, tendremos que volver a las pizarras para intentar mejorar nuestra comprensión de cómo se ensamblan los planetas en los polvorientos discos circumbinarios”.


sábado, 4 de febrero de 2012

La Aurora Boreal

La aurora polar es un fenómeno en forma de brillo o luminiscencia que aparece en el cielo nocturno, usualmente en zonas polares, aunque puede aparecer en otras partes del mundo por cortos períodos de tiempo. En el hemisferio norte se conoce como aurora boreal, y en el hemisferio sur como aurora austral.

Una aurora polar se produce cuando una eyección de masa solar choca con los polos norte y sur de la magnetósfera terrestre, produciendo una luz difusa pero predominante proyectada en la ionosfera terrestre.

Ocurre cuando partículas cargadas (protones y electrones) son guiadas por el campo magnético de la Tierra e inciden en la atmósfera cerca de los polos. Cuando esas partículas chocan con los átomos y moléculas de oxígeno y nitrógeno, que constituyen los componentes más abundantes del aire, parte de la energía de la colisión excita esos átomos a niveles de energía tales que cuando se desexcitan devuelven esa energía en forma de luz visible de varios colores.

Ver la aurora boreal es un momento mágico. Las posibilidades de verla son mayores entre el equinoccio de otoño y el de primavera (21 de septiembre al 21 de marzo), y es más frecuente a finales de otoño e invierno. Los mejores meses para verla son octubre, febrero y marzo. Su mayor frecuencia se registra entre las 6 de la tarde y la 1 de la madrugada.

Aurora polar vista desde Finlandia

información: varias páginas web

martes, 27 de diciembre de 2011

El resplandor de Da Vinci

Hace 500 años, el genio italiano de Leonardo resolvió un antiguo problema astronómico: El misterio del resplandor terrestre; se trata de un fenómeno que se observa en la fase creciente de la luna.

Uno de los trabajos más interesantes de Da Vinci no es una pintura o un invento, sin menospreciar su obra, sino algo relacionado con la astronomía. Da Vinci resolvió hace cinco siglos el viejo misterio del resplandor terrestre.

Este fenómeno óptico puede observarse siempre que hay una luna creciente en el horizonte a la puesta del sol. Cuando ocurra esta fase de la luna, mira la parte iluminada de la luna y verás la imagen de la luna llena. Ése es el resplandor terrestre.

Durante siglos, los hombres se maravillaron por la belleza de este “brillo ceniza”, o “la luna vieja en los brazos de la luna nueva”. Pero nadie lo supo hasta el siglo XVI, cuando Leonardo Da Vinci lo respondió.

En la actualidad, después de los viajes a la luna, la respuesta puede parecer obvia. Cuando el Sol se refleja en el contorno de la Luna, la mayor parte de ésta se oscurece, pero no completamente. Aún hay una fuente de luz en el cielo: La Tierra.

Nuestro propio planeta ilumina la noche lunar 50 veces más que lo hace una luna llena, produciendo el “resplandor ceniza”.

Visualizarlo hace 500 años requería gran imaginación, pues nadie había visualizado la Tierra desde la Luna. Incluso nadie sabía que la Tierra orbitara alrededor del Sol, pues la teoría heliocéntrica de Copérnico fue publicada hasta 1543, 24 años después de la muerte de Da Vinci.

Leonardo, como artista, estaba verdaderamente interesado en la sombra y la luz. Como matemático e ingeniero, entendía la geometría. Lo único que le faltó era un viaje a la Luna, pero este viaje lo hizo de manera mental, explicando misterios de nuestro satélite.

Sin embargo, Leonardo se equivocó en dos cosas sobre la Luna. En primer lugar sostuvo equívocamente que la luna tenía océanos. Así lo demostró la misión Apollo 11, que se posó sobre las rocas del Mar de la Tranquilidad y descubrió que los “mares” lunares están hechos de antigua lava endurecida, y no por agua.

También se equivoco al sostener que los océanos son la principal fuente del resplandor terrestre. En realidad, el principal factor son las nubes.

La Tierra brilla porque refleja la luz del Sol, y las nubes hacen la mayor parte de esa labor. Los astronautas de las misiones Apollo observaron por primera vez que los océanos se veían oscuros y las nubes brillantes.

Estos pequeños errores son sólo detalles, pues Leonardo da Vinci comprendió las bases de la explicación del resplandor de nuestro planeta.

Todo un genio adelantado a su tiempo.


Fuente del texto: strange dreams (adaptado)

lunes, 31 de octubre de 2011

Detectado un asteroide potencialmente peligroso para la tierra - abc.es

El 8 de noviembre de 2011 se acercará a nuestro planeta una colosal roca de 400 metros, el doble de grande de lo que se creía. Un telescopio le sigue la pista.

Un asteroide cercano a la Tierra llamado 2005 YU55 -incluido en la lista de las rocas espaciales potencialmente peligrosas para la Tierra- ha sido observado por el Telescopio Arecibo de Puerto Rico el pasado 19 de abril, cuando estaba alrededor de 1,5 millones de millas de la Tierra, seis veces la distancia de nuestro planeta a la Luna, según ha explicado Michael Nolan, director del observatorio. Ha sido una oportunidad única de ver la cara a esta amenaza espacial, ya que tiene un brillo muy débil y es muy difícil de detectar.
El asteroide, descubierto en 2005, mide 400 metros y un cuarto de milla de longitud, aproximadamente el doble de grande de lo que se había estimado previamente. El objeto se encuentra en la lista de asteroides potencialmente peligrosos mantenida por el Minor Planet Center, del centro de astrofísica Harvard-Smithsonian en Cambrigde.
Sin embargo, la roca no resulta tan peligrosa para la NASA. Los astrónomos consideran que no hay posibilidad de impacto contra la Tierra en los próximos cien años, por la que la retiró de sus archivos de riesgo mantenidos por su programa de vigilancia de objetos cercanos a la Tierra (NEOS, por sus siglas en inglés) del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL). Ahora es un momento perfecto para conocer con más exactitud su posición y poder ajustar sus cálculos orbitales, para asegurarnos de que no se producirá un desagradable encuentro en el futuro.

Después de rodear el Sol, 2005 YU55 se aproximará a tan sólo 304.730 kilómetros de la Tierra el próximo 8 de noviembre de 2011, lo que significa que pasará entre nosotros y la Luna, una de las aproximaciones más cercanas de cuantas estén previstas para un futuro próximo. En esa ocasión, según los astrónomos, no habrá riesgo de colisión. El presidente norteamericano, Barack Obama, ha propuesto que la iniciativa de la NASA para detectar asteroides incremente su presupuesto de 3,7 millones de dólares en 2009 a 20,3 millones en 2011, lo que indica la preocupación del gobierno estadounidense por estos peligros llegados del espacio.


La imagen del asteroide obtenida el 22 de abril/ Michael C.Nolan

Últimas notcias sobre el universo - abc.es

Existió otro universo anterior al que conocemos y era plano: recientes investigaciones de prestigiosos científicos trastocan lo que creíamos saber sobre el Cosmos.


Dos investigaciones diferentes que han visto la luz durante los últimos días podrían llegar a cambiar mucho de lo que sabemos, o creemos saber, sobre el universo en que vivimos. El primero, firmado por el británico Roger Penrose, uno de los físicos más brillantes de nuestro tiempo, cuestiona la idea generalizada de que no puede haber un "antes" del Big Bang, ya que los mismos espacio y tiempo se crearon, igual que la materia, durante aquella gran explosión primigenia. Penrose, de hecho, asegura haber encontrado indicios de otro universo anterior al actual. Lo que convertiría al nuestro en una simple etapa (que Penrose llama "eón") de un universo que se crea y se destruye cíclicamente, resurgiendo cada vez de sus propias cenizas con un nuevo Big Bang.

El segundo estudio, publicado en Nature y realizado por Christian Marinoni y Adeline Buzzi, dos físicos de la Universidad de Provence, en Francia, vuelve a poner sobre el tapete la teoría del universo plano, y encuentra en una vieja idea de Albert Einstein, desechada por el físico alemán al considerarla errónea, una posible "llave" para comprender la energía oscura, la misteriosa fuerza antigravitatoria que parece ser la responsable de que la expansión del universo se esté acelerando. Si ambas teorías se demuestran correctas, podrían desencadenar una nueva revolución en Cosmología, y dar un vuelco a nuestra comprensión del mundo que nos rodea.

Según la teoría dominante en la actualidad, el universo en que vivimos se originó hace 13.700 millones de años a partir de un único punto de densidad infinita, del que surgió, en forma de Big Bang, la realidad que conocemos. Durante sus primeros instantes de existencia, el universo era una ardiente sopa de partículas libres (no asociadas en átomos), a miles de millones de grados de temperatura (unas condiciones, por cierto, que acaban de ser reproducidas con éxito en el LHC, el gran acelerador de partículas de 27 km de diámetro que hay en la frontera franco suiza) y en rápida expansión. Al ir el universo expandiéndose, y por lo tanto enfriándose, las partículas pudieron dar lugar a los primeros átomos simples (hidrógeno), que mucho tiempo después la gravedad se encargaría de unir para formar las primeras estrellas y galaxias.

Nuestro destino final
¿Cómo empezó todo? ¿Y cómo evolucionó? Nunca la Ciencia se ha acercado más a las respuestas que ahora. Sin embargo, quedan numerosas cuestiones pendientes, y los investigadores exploran con cuidado cualquier posibilidad, por disparatada que parezca, que pueda aportar una pieza más al rompecabezas. Una de las cuestiones más acuciantes es la de averiguar por qué el ritmo de expansión original no solo no se ha ralentizado desde el Big Bang, sino que se sigue acelerando.

Desde hace décadas se ha venido debatiendo sobre cuál será el destino final del universo. Para llegar a la conclusión de que eso es algo que depende, en gran medida, de la cantidad de masa que contenga. Si la masa total del universo es suficiente para que la fuerza de la gravedad (que es mayor cuanta más masa hay) venza a la fuerza original de expansión, entonces el universo terminará por detenerse, e incluso empezará un proceso de contracción que podría llevarle al colapso (en un evento contrario al Big Bang que los cosmólogos llaman Big Crunch). Pero si la masa total no es suficiente, entonces nada podrá detener la expansión, y el universo se hará cada vez más grande, con su materia cada vez más dispersa, para terminar siendo un enorme y negro vacío cuando se apague hasta la última de las estrellas.

En su afán por medir la masa total del universo, sin embargo, la Ciencia se ha encontrado con varias sorpresas. La primera es que la materia ordinaria, la que brilla y forma las galaxias, las estrellas y los planetas, apenas constituye un 4% del total de la masa del universo, absolutamente insuficiente para frenar la expansión. Otro 22% corresponde a "otro tipo" de materia, una que no puede ser detectada directamente por nuestros instrumentos porque no emite luz ni ninguna otra clase de radiación. Se la conoce como "materia oscura" precisamente por eso. Sabemos que está ahí (por los efectos gravitatorios que produce en la materia ordinaria), pero nadie ha podido verla jamás.

¿Y el restante 76% ? Los científicos, incapaces de dar una respuesta, acuden al término "energía oscura", una misteriosa fuerza que, actuando en el sentido opuesto de la gravedad, sería la responsable de que el ritmo de expansión universal se siga acelerando.

Rebote de otro universo
Y es aquí precisamente donde encajan las dos investigaciones hechas públicas esta misma semana. Penrose, por su parte, analizando los datos del satélite WMAP (que mide la radiación de microondas que permea el universo entero, los rescoldos del calor del Big Bang), ha encontrado una serie de patrones de distribución (en forma de círculos concéntricos) que podrían explicarse como "atisbos" de otros universos acaecidos antes del Big Bang. Lo cual supondría que el universo que conocemos no es más que una etapa, o rebote, de un universo mucho más viejo que crece y se contrae cíclicamente, surgiendo una y otra vez de múltiples Big Bang. Nosotros estaríamos en medio de una de esas etapas o "eones". Pero en un futuro lejano, el universo volverá, de alguna manera, a tener las condiciones que hicieron posible el Big Bang. Según el físico británico, en esos momentos la geometría del universo será "muy suave" y lineal.

Algo que es tremendamente consistente con el segundo de los estudios publicados esta semana. En efecto, Marinoni y Buzzi han conseguido demostrar, midiendo la distorsión de la luz que nos llega de 500 parejas de galaxias lejanas, que vivimos en un universo plano, y no en uno curvo o incluso esférico, como muchos pensaban. Si ambos están en lo cierto, podríamos estar a punto de desvelar algunas de las cuestiones fundamentales que la Humanidad viene planteándose desde que el rimer hombre alzó la vista hacia el cielo nocturno y se preguntó por lo que estaba viendo.

¿Esférico, curvo o plano?
¿Cuál es exactamente la geometría del universo? ¿Vivimos dentro de una especie de esfera de múltiples dimensiones o se trata más bien de un tejido espaciotemporal que se curva suavemente y sin llegar nunca a cerrarse sobre sí mismo? ¿O puede que incluso no se curve en absoluto y que en realidad habitemos en un universo plano? La cuestión, uno de los mayores interrogantes de la Cosmología, tiene para nosotros implicaciones muy concretas y que van mucho más allá de ser simples cuestiones teóricas. De hecho, la geometría del universo influye de forma decisiva en los objetos que observamos.

En un espacio curvo o esférico, la luz que nos llega de galaxias o estrellas lejanas se deforma durante su largo viaje, de manera que la imagen que vemos no se corresponde con la realidad, sino que está distorsionada. Sería, en cierta medida, igual que mirarnos sobre la superficie de una bola metálica y ver nuestro rostro completamente deformado. En un espacio plano, sin embargo, esa distorsión no existiría y nos permitiría ver los objetos celestes tal y como son.

Por eso, Marinoni y Buzzi decidieron buscar pruebas de esas distorsiones observando 500 parejas de galaxias distantes en órbita la una alrededor de la otra. Usando las magnitudes de las distorsiones observadas, Marinoni y Buzzi fueron trazando la forma que tiene el tejido espacio temporal. Una forma que, según han podido determinar, refuerza la posibilidad de que vivamos en un universo plano.

lunes, 18 de julio de 2011

Supernovas

Son estrellas de gran masa que terminan su existencia explotando.Una supernova es uno de los fenómenos más terroríficos de la naturaleza. La nebolusidad formada por el material en expansión va a una velocidad de 10000-20000 km/s.

Una muy conocida es la denominada por su forma nebulosa del Cangrejo, en Tauro, supernova que explotó en 1054.